A qué nos referimos cuando hablamos de asesinos seriales? Por Sofía Sotelo Mozzo

A qué nos referimos cuando hablamos de asesinos seriales? Por Sofía Sotelo Mozzo
A qué nos referimos cuando hablamos de asesinos seriales? Por Sofía Sotelo Mozzo

Desde Charles Manson hasta Hannibal Lecter, el catálogo de asesinos seriales en Netflix es extenso y muy mirado por varios uruguayos. Por ese motivo les presentamos el esclarecedor artículo de Sofía Sotelo Mozzo: A qué nos referimos cuando hablamos de asesinos seriales?

A qué nos referimos cuando hablamos de asesinos seriales?

Es muy interesante la fascinación y el interés que nos provoca entender la mente de los asesinos seriales, es difícil pero muy llamativo tratar de entender los abismos de la psique humana, la maldad y el nivel de atrocidades que pueden ejercer algunos sujetos sobre otros, también sorprende la falta de angustia de estos sujetos, la falta de remordimiento por el hecho de quitarle la vida a alguien, por hacerle vivir a las personas su peor pesadilla pero en la vida real y que por esto el asesino serial goza, de ver sufrir y sobre todo de angustiar al otro. Lo preocupante es que en toda la historia de la humanidad hubieron muchos asesinos en serie pero nunca hubieron tantos como en esta época. Me surgen interrogantes como ¿qué es lo que causa
que en esta época haya más asesinos seriales? ¿acaso todo se origina por una historia trágica o hay algo más profundo en el inconsciente que desconocemos? Las respuestas a estas preguntas se verán a lo largo de este trabajo, a través de la articulación de distintas perspectivas, con el fin de enriquecer el mismo.

Para comenzar, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de asesinos seriales? Los mismos se caracterizan por “asesinar de 3 a 5 personas en más de un día entre un crimen y el siguiente, en un periodo refractario de 24 horas” (Bafico,2015,p 19) , esto quiere decir que la persona tuvo la capacidad de reflexionar lo que hizo, por eso no es un spree killer o un asesino en masa. Por lo general la motivación es sexual, pero no necesariamente todos los asesinos en serie tienen este móvil sexual. El asesino no tiene relación previa con la víctima, el crimen ocurre al azar y sin
conexión con los otros. (Bafico, 2015).

A pesar de la proliferación de asesinos con estas características en este tiempo histórico en el que vivimos, para la realización de este trabajo nos enfocaremos en uno en específico. El caso de Ted Bundy se presenta cómo interesante, debido a que es un asesino en serie que sale de las reglas estadísticas o parámetros tradicionales de cómo se origina un serial killer. No hay que culpar al contexto familiar, no necesariamente en todos los casos nuestras patologías están en relación a nuestra historia objetiva y cotidiana. Una historia infantil trágica no siempre equivale a una patología grave. Ted Bundy es uno de los que pone en disputa la concepción o teoría que en su momento hizo el creador del término de asesino en serie, Ressler.

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A qué nos referimos cuando hablamos de asesinos seriales? Sofía Sotelo Mozzo

Ressler fue el primero en introducir el concepto de un perfil psicológico del asesino serial en la década de los 80, ya que anteriormente aparecían muchos homicidios que pusieron en alerta a todo Estados Unidos por las atrocidades que ocurrieron, de los cuales muchos quedaron sin resolver, al analizar los casos y determinar que tenían un patrón en común, como por ejemplo víctimas mujeres de clase media, de 20 años, universitarias, pudieron descifrar que estos crímenes fueron cometidos por una sola persona, con un patrón de conducta determinado, sin ningún vínculo con la víctima o motivo del orden pasional, económico u odio y así surgió el término Asesino Serial.

Ressler con el objetivo de poder comprender la motivación del serial Killer parte de la idea que sus comportamientos se pueden remontar a la infancia, a través de indicios presentes en la forma de maltrato animal, por ejemplo.

Ressler a partir de una escena del crimen es capaz de elucidar el perfil psicológico del homicida, a través de elementos como material fotográfico de la escena del crimen, observando la posición del cuerpo tal como la dejó el asesino, observando también las heridas que le realizó a la víctima.

Se puede establecer, a través del material mencionado, que se trata de una persona con determinadas características como por ejemplo su edad, raza, como funciona su psiquismo, si es un asesino organizado (son metódicos, tienen un procedimiento, tratan de no dejar huellas ni
rastros, y actúan predeterminadamente, son inteligentes) o si actúa por impulso (desorganizado, no controlan su impulso) “no son capaz de tener prevista la manera de llegar y abandonar el lugar de los hechos” (Ressler, 2005).


Ressler por medio de sus descripciones y observaciones, obtenidas a través de investigaciones logra estimar que un 75% del total de asesinos seriales en todo el mundo reside en Estados Unidos. El autor también afirma que en promedio el asesino serial está representado por un hombre, de clase social media-baja, de no más de 30 años de edad, que han sufrido abuso psicológico o físico o ambos en su niñez. Se logra saber que algunos de ellos pueden ser muy inteligentes y que también generan fijación con algunas figuras de autoridad como por ejemplo la policía, entre otros. (Bafico, 2015, p.18).

Los asesinos en serie suelen guardar en su casa objetos que les recuerden sus crímenes, que utilizan como una especie de trofeos para recordarlo. También suelen visitar la tumba de sus víctimas o incluso la escena del crimen.

También pueden dejar una huella o marca en su víctima como si fuera una firma, que significa que él hizo esto, como el caso de Ted que dejó la marca de sus dientes, una mordida que sirvió como prueba fundamental en su juicio para poder condenarlo, ya que en esa época no estaban desarrolladas las pericias de ADN que puedan identificar al asesino e incriminarlo.

Ted solía dar vueltas en su auto buscando mujeres para poder secuestrarlas, para luego torturarlas, violarlas, asfixiarlas hasta su muerte, tiene una habilidad seductora, tanto físicamente como mediante la palabra.

Bafico en su tesis de doctorado, por el contrario de Ressler, demostró que el asesino en serie es un fenómeno transclínico, esto quiere decir que es algo que se puede producir en diferentes estructuras de personalidad, afirma que hay dos tipos de asesinos en serie, oscilan entre la psicosis (esquizofrenias, paranoias) y la psicopatía (definido como sujeto frio, encantador que logra fascinar) un referente de la psicopatía es Ted Bundy.

Johnny Albert Vélez Hernández en su reseña menciona que los “criterios cuantitativos y estadísticos que buscan establecer los límites entre lo normal y lo patológico, no aportan nada acerca de lo que se pone en juego para un sujeto cuando mata, ni mucho menos sobre el lugar que ocupa el sujeto criminal en relación con su crimen, cuestiones de suma importancia para el psicoanálisis”. El autor afirma que en la actualidad, “la mayor parte de la bibliografía sobre el tema coincide en sostener el origen desgraciado de los asesinos o el carácter determinante de un ambiente familiar hostil, pero no logra decirse nada con claridad sobre la causa de los crímenes. Por el contrario, las clasificaciones psiquiátricas, en cuanto intento de capturar lo real del acto criminal, fracasan; siempre dejan por fuera un resto inaprensible, no universal, dado por la singularidad de cada caso.” (Vélez, 2009, p.397).

“Hay algo del acto criminal que no logra nombrarse desde la psiquiatría y que produce un incremento permanente de categorías y denominaciones que no superan un nivel meramente descriptivo. Por esto la importancia de la noción psicoanalítica de paso al acto, término que permite pensar al sujeto en relación con su acto, con la satisfacción libidinal que este comporta y con el objeto que está en juego”. (Vélez, 2009, p.397)

Jean Alain Miller afirma que el psicoanálisis ha mostrado que nuestro ser incluye una parte desconocida que es lo que Miller llama el inconsciente reprimido, es el que nos impulsa y nos hace actuar. También plantea que el crimen desenmascara algo propio de la naturaleza humana, para él lo humano puede ser lo conflictivo entre las vertientes de la ley y el goce. El serial killer estaría desprovisto de este conflicto. (Bafico, 2015, p.23)

Ted Bundy tiene una estructura perversa, es decir que goza en angustiar al otro, esto se llama buscar la división subjetiva del otro, es un sujeto que invade, son verdaderos torturadores, más allá de matar, él goza con hacer angustiar a sus víctimas, para el perverso el sujeto es objeto.

Para que se cumpla la definición de perversión tiene que estar la dimensión del acto, como lo repite, puede cambiar la persona con quien lo haga pero el acto es fijo.

La psicopatía y la perversión van de la mano, el psicópata trabaja para sí mismo, se hacen perecer bondadosos, son empáticos, intentan seducir para su propio beneficio personal, controla al otro, convencen, debilitan la autoestima, son muy seductores pero no necesariamente quieren angustiar al otro, solo explotarlo. El perverso no tiene empatía, busca llevar una conversación a un lugar incómodo porque ellos buscan angustiar.

El psicópata que se cría en una familia que le valoran actitudes delictivas como el robo, un psicópata será un buen alumno, aprende rápido y probablemente termine en la cárcel, pero el psicópata que se cría teniendo una familia con padres médicos, abogados, se sabe vestir, como hablar, va a las mejores escuelas entonces probablemente termine en otro sitio como en la política o en el derecho o cualquier profesión en la que gracias a esa posición pueda ejercer poder y controlar a los demás.

Lacan en el seminario 16 expuso que el perverso es un cruzado, es el que trabaja para hacer existir el goce del otro y dedica su vida entera en ello. En este punto se habla de la voluntad de goce, es trabajar para el goce.

El perverso es como un macho alfa, muy dominante, tiene un gran poder de convencimiento sobre el partener débil (este se adapta al otro y se somete al otro), al asesino en serie le gusta hacer saber que tiene el poder de dominar al otro, al punto que lo puede matar. El deseo es la voluntad de goce del perverso.

Es muy difícil atrapar a un asesino en serie (del tipo psicopático) porque no hay conexión con sus víctimas, no hay odio, ni celos (cómo sería un crimen pasional) o motivos económicos, tampoco un vínculo, es al azar, y además no dejan huellas.

Freud en su obra hace una diferenciación entre la inversión y la perversión, afirma que las inversiones corresponden a desvíos que conciernen al objeto de la pulsión, mientras que “las perversiones remitirán a una desviación en cuanto al fin.

A la famosa observación de Freud de que “las neurosis son el negativo de las perversiones”, Lacan la reformula que la perversión está estructurada de un modo inverso al de la neurosis.” (David Ayala Murguía) Mientras que la neurosis se caracteriza por una pregunta, la característica de la perversión es la falta de pregunta; por eso es muy raro que un sujeto perverso pida ser analizado. Para el perverso no tiene ningún interés en tratarse porque el problema no es de ellos, es del otro, por ejemplo según Ted la pornogria es la culpable de que el cometiera
crímenes.

Freud nombró como pulsión de muerte a aquello que nos empuja a la destrucción del otro pero sobre todo a nuestra propia destrucción, el asesino en serie es el reflejo más importante de este concepto. Estos se matan por placer y sin ningún tipo de motivo y esto nos angustia.

Ted Bundy tenía un ego muy elevado, él mismo se defendió en su juicio, ya que había estudiado leyes. Algo muy interesante y raro es que muchas mujeres se enamoraron de Ted, sabiendo que es un asesino y que mató mujeres igual a ellas.

Para Foucault, en cada época han existido diferentes conceptualizaciones de la palabra “monstruo”: ”en la edad media, el hombre bestial; en el renacimiento, los hermanos siameses; en la época clásica, los hermafroditas. Hasta mediados del siglo XIX existía un estatuto criminal de la monstruosidad, la criminalidad se volvió un elemento necesario de la monstruosidad. Esto rige hasta comienzos del siglo XIX donde comienza a aparecer la figura del “monstruo moral». (Tendlarz y Garcia, 2009, p.18).

Isabel Santaularia menciona que los asesinos en serie son anónimos, podría ser cualquiera como un compañero de trabajo, de curso, incluso un vecino, un amigo o familiar. estos matan por motivos que son relevantes en sus mentes y sus víctimas son inocentes y tuvieron la mala suerte de coincidir en tiempo y espacio con este tipo de sujetos. Sus crímenes suelen ser de naturaleza atroz y por esto el Serial killer es considerado el monstruo contemporáneo por excelencia. (Bafico, 2015, p. 29).

Bafico en su tesis de doctorado llega a la conclusión que el asesino en serie no existe, es un concepto que surge en la década del 80 que pertenece a la sociedad americana, es como una especie de salida de la vergüenza americana frente a la guerra de Vietnam, generando héroes modernos llamados criminólogos, que son investigadores psicológicos que buscan pistas para poder atrapar al asesino que serían los nuevos monstruos contemporáneos.

Pablo Escobar

Bafico afirma que cualquier patología, sea neurótica o psicótica toma elementos de la realidad cotidiana, esto quiere decir que se identifica con la cotidianeidad, entonces cada vez hay más asesinos en masa, es un fenómeno que se repite y la gente se va identificando, en la medida que haya más información, mas series, más películas, más asesinos seriales van a haber porque es un fenómeno identificatorio, somos productos de la época, de la cultura occidental. Los asesinos en serie generan fascinación, hoy en día podemos ver club de fans, incluso camisetas con sus rostros o frases famosas como por ejemplo “el chapo Guzman”, Don Vito Corleone “il padrino sono io”, Pablo Escobar “plata o plomo”. En el caso de Ted Bundy él recibía muchas cartas de seguidoras o admiradoras mujeres.

Cada sujeto tiene una historia que hay que tratar de entender, de por qué llega a ese punto de asesinar, por esto es importante el valor de la singularidad, de cada caso, cada historia.

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