BOMBAS
Daniel Gatti. Semanario Brecha 29-11-96
1973 o 1974, ya estaba la dictadura. Caía un símbolo de Malvín. Le pusieron dinamita y no cedía. Más y más dinamita. Pasaron los días sin que se decidiera a desplomarse. Al final sí. Se derrumbó con todo su peso sobre las rocas. Las explosiones que se llevaron a la torre del aerocarril «de la playa» liquidaron los vidrios de las casas de enfrente. Entre ellos los del Liceo 10 de la rambla. Más o menos por los mismos tiempos y a poca distancia, El País seguía día a día las relaciones pasionales entre los militares y el Pontón del Banco Inglés. No podían desencallarlo ni a fuerza de bombas.