Cerro Lagunitas y Cerro Cuevas Malas: un recorrido precioso en Maldonado
El pasado fin de semana fuimos a conocer Cerro Lagunitas y Cerro Cuevas Malas: un recorrido precioso en Maldonado, próximo a Pan de Azúcar y Nueva Carrara. Aquí te contamos nuestra experiencia!
Nuestros lectores saben que con frecuencia nos gusta visitar diferentes rincones de nuestro país. En esta oportunidad decidimos conocer el Cerro Lagunitas y el Cerro Cuevas Malas, un recorrido que desconocíamos y que es precioso de realizar.
En una visita que hicimos al Cerro Betete, uno de los lugareños nos habló del Cerro Blanco. Nos dijo que era una de las mejores vistas del lugar. Por las dudas aclaramos que nos ubicamos territorialmente en lo que es la Sierra de las Ánimas, existiendo más de una veintena de cerros en todo el trayecto.
Cuando decidimos subir el Cerro Lagunitas fuimos creyendo que estábamos yendo al Cerro Blanco o también conocido como Cerro de la Virgen, pero no. Ese sería otro recorrido. Nosotros llegamos a la cima del Cerro Lagunitas y pasamos por el Cerro Cuevas Malas. Lo aclaramos para los desprevenidos como nosotros.
No teníamos mucha idea del lugar. Sabíamos que ambos cerros se ubican cerca del Betete, del Tupambaé y del Cerro Aguiar (más conocido el recorrido por el Cañadón de la Palma).
Tampoco abunda información en internet acerca del recorrido y de cómo llegar. Sin dudas no es un circuito de los más difundidos y es una verdadera lástima.
El Cerro Lagunitas es de los más altos de Uruguay, con una altura de 460 metros. Recordemos que el más alto es el Cerro Catedral con 513 metros, luego le sigue el de las Ánimas y el tercero es el Pan de Azúcar.
El Cerro Lagunitas y el Cerro Cuevas Malas se ubican en propiedad privada. De hecho la mayoría de los cerros en nuestro país está en manos de particulares. En el caso del Cerro de las Ánimas por ejemplo se debe pagar por el ingreso, lo mismo ocurre con el Tupambaé o con el Cañadón de la Palma.
Cuando preguntamos al lugareño de si había que pedir permiso o pagar para recorrer el Cerro Lagunitas nos dijo que si son poquitas personas no hacía falta, pero tampoco nos dio un celular de contacto. Así que decidimos ir igual y ver qué pasaba.
El punto de referencia para empezar a darse cuenta de cómo subir al Cerro Lagunitas es la panta de agua Nativa en Maldonado y más que nada su Casa de Campo.
https://goo.gl/maps/ArqgKjMebCzRSSNW9
Allí te dejamos el enlace en Google Maps para llegar a la Casa de Campo de Nativa.
Desde Montevideo se llega hasta Pan de Azúcar, luego se toma la Ruta 60 y posteriormente se recorre un camino vecinal hasta llegar.
Al llegar a la Casa de Campo de Nativa se sigue unos 100 metros más hasta que vemos una portera. Esa portera la abrimos para pasar (estamos en un camino vecinal) y obviamente se deja cerrada. Con el auto pudimos avanzar otros 100 o 200 metros y luego paramos porque el camino se complica.
Descendimos unos metros y llegamos a un pequeño cruce de agua con una piedra a la derecha como se ve en la imagen. Pasamos por allí y continuamos por el camino vecinal otros 100 o 200 metros hasta que a nuestra izquierda vimos en el alambrado un cartel blanco con letras rojas que dice propiedad privada. El lugareño nos dijo que se tenía que pasar por allí y fue lo que hicimos.
Allí comienza el ascenso y por lo que sabemos desde ese punto hasta la cima son cerca de 5 kilómetros, dependiendo del recorrido. Es importante recordar de llevar mucha agua, buen calzado y no dejar nada de basura en el lugar.
Al pasar por el alambrado se sigue hacia la derecha y luego el sendero mismo te lleva a la izquierda para comenzar a subir. En este tramo el camino es muy sencillo de hacer. Se hace largo pero no presenta mucha dificultad. Se va subiendo lentamente por un cerro previo al Lagunitas hasta que se llega a un punto donde se debe tomar una decisión.
Antes de llegar a ese punto a la izquierda del camino van a ver una tapera, una construcción de bloques, cerrada y donde no hay nadie. Se avanza un poco más y el camino se bifurca.
En este punto hay dos caminos para poder seguir. Podemos tomar el camino de la derecha, que no está muy claro al principio (capaz que uno se puede desorientar un poco) y que va derecho a la cima del Cerro Lagunitas.
Obviamente el recorrido se vuelve más corto pero mucho más empinado.
O se puede tomar el camino de la izquierda que rodea la cima del cerro y se pasa por las Cuevas Malas. Este camino es más largo pero se vuelve menos empinado, además es lindo de hacer.
Nosotros optamos por seguir el camino de la derecha, el más empinado, y de regreso hacerlo por el camino de la izquierda, así también lo conocíamos.
Al comenzar a caminar hacia la cima la vista se vuelve cada vez más imponente, y más cuando uno mira hacia atrás. Los cerros a ambos costados también se vuelven imponentes. Se pueden ver el Cerro Cueva del Tigre a la derecha o el Cerro Dos Hermanos a la izquierda que da paso al grandioso Cerro Tupambaé.
Al llegar a la cima cambió la temperatura. El viento soplaba desde el oeste y estábamos bastante protegidos ya que veníamos desde el este. Pero al llegar arriba se sintió el fresco. Recordar llevar un abrigo liviano y en invierno ir bastante abrigado. En verano por supuesto no puede faltar el gorro.
La vista como dijimos es sublime. En cualquier orientación es una verdadera maravilla posar los ojos y disfrutar del paisaje.
Realmente vale la pena conocer estos lugares de nuestro país. Es una lástima que no se realicen circuitos turísticos oficiales. Pero aquellos interesados en recorrer esta zona de Maldonado y que nos se animen a hacerlo solos y sin mucha información pueden realizarlo a través de la Red Ánimas, quienes tienen diversas actividades y circuitos y están especializados en el ecoturismo.
Luego de estar un rato en la cima comenzamos el retorno, volvimos por el sendero que pasa por el Cerro Cuevas Malas. Como no conocíamos nos llevó un ratito encontrar el camino pero lo hicimos sin grandes inconvenientes. Descendimos en dirección al mar y luego encontramos el sendero que une el Cerro Cuevas Malas con el Cerro Dos Hermanos y que luego conecta con el Tupambaé. Allí seguimos hacia la izquierda para continuar el descenso.
Al cabo de casi 4 horas llegamos al lugar donde habíamos dejado el auto. Uno de nosotros terminó muy cansado y hambriento. Sacamos un par de sillas del baúl del auto y disfrutamos de la caída del sol entre mate, galletitas y tortilla para recuperar energías!
Realmente nos encantó conocer el Cerro Lagunitas y el Cerro Cuevas Malas!