Elecciones 2019: ¿se viene el balotaje más reñido de la historia? ¿Quién gana?

Elecciones 2019: ¿se viene el balotaje más reñido de la historia? ¿Quién gana?
Elecciones 2019: ¿se viene el balotaje más reñido de la historia? ¿Quién gana?

Las elecciones 2019, al menos en primera vuelta, nos han brindado diversas señales que los uruguayos debemos interpretar de forma correcta. Pero, más allá del largo plazo, nos plantean un escenario de balotaje extremadamente reñido donde ambos candidatos tienen chances ciertas de ganar.

En la noche del domingo llovieron las conclusiones sobre los primeros resultados de las elecciones 2019. Que el ganador fue Lacalle Pou, que el Frente Amplio no tiene chances de ganar en segunda vuelta, que la reforma a pesar de no alcanzar los votos suficientes obtuvo un respaldo popular que es necesario contemplar, que el electorado se volcó hacia la derecha y que en el Frente Amplio perdió el centro y ganó la izquierda menos moderada.

Nos gustaría hacer algunas precisiones sobre estos puntos. Sin dudas que el ganador de esta primera vuelta fue Lacalle Pou de cara al balotaje de noviembre. Pero cuidado. Hay aspectos que debemos considerar. El 72 % de los uruguayos no lo votó. No es un dato menor. En caso de ganar, ¿cuál es el verdadero respaldo que va a tener en un gobierno de coalición? De hecho, este Lacalle Pou que hizo una excelente campaña y se mostró con otra madurez respecto a la anterior, perdió 50 mil votos si tomamos en cuenta lo que sucedió en el 2014. ¿Realmente ganó Lacalle Pou? Tal vez lo que logró, inteligentemente, fue encauzar una corriente de opinión que lo dejó como el ganador del último domingo de octubre, más que nada por la postura de los otros candidatos de la oposición. Ese fue su gran mérito. Pero no es suficiente para ganar en noviembre. No alcanza con el respaldo dirigencial. Eso no se traduce necesariamente en votos. Todavía tiene que conseguir más votos que Daniel Martínez para ganar.

Otro aspecto en el que nos gustaría opinar tiene que ver con la supuesta corrida dentro del FA hacia la izquierda, perdiendo fuerza el centro o el seregnismo. Es cierto que el MPP fue el sector con más votos, y lo ha sido por cuatro elecciones consecutivas, pero tiene un senador menos. Corrimiento hacia la izquierda? No. Se mantiene la proporción anterior si tomamos en cuenta que el FA perdió dos senadores. Bergara y Rubio votaron muy bien y eso equilibra el centro. No hay un corrimiento dramático hacia la izquierda menos moderada. Es una falacia.

Otra consideración merece la votación de Cabildo Abierto. Alcanzó el 10 % de los votos. Corrimiento del electorado hacia la derecha? Si tomamos en cuenta que uno de cada tres votantes de Manini Ríos había votado a Mujica, podemos hablar de un corrimiento hacia la derecha o debemos profundizar en el análisis y comprender que el eje ideológico no alcanza para entender el comportamiento de algunos votantes. Es verdad que ahora los votantes de derecha encontraron un partido organizado y con propuestas sin filtros (como la de los inmigrantes). Pero no significa que haya aumentado el voto de derecha. Ese voto antes estaba en Pedro Bordaberry por ejemplo o en el propio Lacalle Pou. Los dos partidos tradicionales perdieron votos en estas elecciones 2019, no solo el Frente Amplio. No significa que los votantes de derecha hayan aumentado, sí que ahora tienen otra organización partidaria en Cabildo Abierto para aglomerarse allí. Antes estaban repartidos entre blancos y colorados.

Es cierto que las elecciones 2019 nos plantean un Frente Amplio que viene perdiendo su caudal de votantes. Del 49 % pasó al 40 en primera vuelta respecto a las elecciones del 2014. Pero ese no es el único punto. El Frente Amplio debería estar en un 55 % de votantes si tomamos en cuenta el padrón electoral. Según diversos estudios sociológicos debido al fallecimiento de mayor cantidad de uruguayos que votaban a los partidos tradicionales hoy el FA debería alcanzar el 55 % del total del electorado, lo que se puede traducir en una pérdida del 15 % si tomamos en cuenta lo que pasó el domingo pasado.

El Frente Amplio, y así lo han reconocido, entre otros, Andrade y Bergara, tiene que hacer autocrítica. El oficialismo ha cometido errores serios en su conducción y en estos momentos está pagando el costo político, como el caso Sendic, Ancap, PLUNA, la regasificadora y demás, aparte de la mala gestión en seguridad. Más allá de sus errores propios, también viene sufriendo en materia económica, con un deterioro de los precios internacionales de nuestros productos de exportación, lo que trajo como consecuencia pérdida de empleo y déficit fiscal. En los últimos cinco años se perdieron 60 mil puestos de trabajo y el déficit alcanzó casi el 5 % de nuestro PBI. Muchísimo.

Pero esos errores y la coyuntura económica internacional desfavorable pueden impedir que el Frente Amplio gane en segunda vuelta? No. Tiene chances. No en vano la pobreza disminuyó del 39 al 9 % desde que asumió Tabaré Vázquez en el 2005. El Frente Amplio tiene logros para intentar convencer a la ciudadanía.

Balotaje 2019: ¿el más reñido de la historia?

Seguramente lo sea.

Lacalle hasta ahora viene haciendo todo bien. Una postura madura en lo discursivo y acuerdos con dirigentes partidarios que lo colocan como el favorito a ganar en segunda vuelta. De todas formas, tiene un piso del 28 % de los electores y es el candidato que cuenta con menos simpatía de los dos. Todavía tiene que convencer a muchos votantes para que pongan su papeleta en noviembre. Tiene el camino allanado con los discursos de Talvi, Manini, Mieres y Novick, pero eso no significa que los electores sigan al pie de la letra lo que digan los dirigentes políticos. De hecho no sucedió con la reforma, que obtuvo un 47 % de los votos cuando la mayoría de los candidatos (incluso Manini) se opusieron a ella.

Así como hay un voto en contra del Frente Amplio, también en la cabeza de muchos votantes existe un rechazo alto a votar a un Lacalle.

Allí se abre una puerta para Daniel Martínez, que en materia de campaña no ha sabido hacer las cosas tan bien como su contricante. De todas maneras tiene elementos para dar pelea.

El primer elemento es el estadístico. Qué sucedió en los balotajes anteriores? El Frente Amplio obtuvo casi un 7 % de los electores que no lo habían votado en primera vuelta, ya sea en el 2009 como en 2014. Si eso ocurre en noviembre podría alcanzar un 47 % de los votos (la mayoría de los votantes del Partido Independiente, del Peri, de Salle y casi todos de Unidad Popular, más un porcentaje de batllistas que no votarían al Partido Nacional). Eso en teoría le daría a Lacalle Pou un 53 %. Pero no es así. Por qué no? Porque en el balotaje anterior un 5 % de los uruguayos votaron en blanco o anulado. Si se mantienen ambos guarismos la votación quedaría en 48 % para Lacalle Pou y 47 % para Daniel Martínez. Reñido? Sin dudas.

El cambio del 1 % del electorado podría definir las elecciones 2019. Es posible que Daniel Martínez logre convencer a ese 1 % del electorado que definiría la elección? En lo personal creo que Daniel Martínez no puede. Porque esos votantes seguramente sean del Interior urbano del país y allí él no tiene tanta llegada. Pero si el MPP juega su mejor carta (Mujica), tal vez logren recuperar a votantes que antes votaron al FA y ahora se inclinaron por Cabildo Abierto. La ventaja es que esos votantes ya votaron a Mujica y le tienen simpatía. Les falta un empujón para devolverle el voto al FA. Será capaz el Frente Amplio de hacerlo en menos de un mes? Los sabremos el último domingo de noviembre.

Lo cierto es que estas elecciones 2019 serán muy reñidas en segunda vuelta. La supuesta ventaja de Lacalle Pou es evidente, pero no abultada. No confundamos arrancar con ventaja con el hecho de obtener el triunfo seguro. Los dos candidatos tienen muchas chances y falta poco para descubrirlo!

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *