La verguenza de la suspensión del Antel Arena

Pésima medida del gobierno de suspender las obras

Pésima medida del gobierno de suspender las obras

 

La reciente noticia de la suspensión del Antel Arena causó diversas polémicas ya sea dentro del gobierno como de diversos sectores políticos y empresariales. Por la magnitud del proyecto Ciudad Malvín quiere tomar postura.

 

Desde antes de la presentación del proyecto las críticas sobre la construcción del Antel Arena y los gastos que podría generar fueron rotundas, fundamentalmente desde los sectores opositores al gobierno.

Sin embargo poco tiempo antes de las elecciones nacionales donde Tabaré Vázquez alcanzó su segundo mandato en la historia, la mirada dentro del propio Frente Amplio sobre la cautela en el gasto se fue haciendo cada vez más evidente.

Pero también la evidencia de una fractura dentro del propio gobierno comenzó a calar hondo en toda la opinión pública. ¿O acaso esta suspensión del Antel Arena no está enmarcada en la disputa entre el mujiquismo y el astorismo o ante la propia línea de Vázquez? Obvio que sí.

Ya habíamos analizado que las elecciones nacionales y departamentales venían frenando el avance del sector de Mujica. Las facturas de una gestión un tanto desprolija comenzaron a pagarse en el gobierno departamental cuando al momento de designar los directores de la IMM no había ninguno del ala del Pepe.

La otra gran factura que tiene para pagar el MPP es la suspensión del Antel Arena. Un golpe directo al mentón mujiquista y más que nada al ascenso de Carolina Cosse, gran promotora del proyecto.

Según informa el diario El País «al dejar de lado la construcción del Antel Arena, Vázquez priorizó las inversiones en la cuenca del río Santa Lucía por la contaminación del agua. El mes pasado, el presidente de OSE, Milton Machado, planteó en el Parlamento su preocupación por la falta de recursos para corregir esta situación. «¿Quién paga la contaminación?», preguntó».

Sin dudas que la contaminación de las aguas es un tema acuciante, donde incluso se ha señalado que el agua de OSE provoca cáncer. Pero si bien la prioridad de la contaminación de nuestros ríos es vital, esto se podría haber previsto mucho antes, y más si tomamos en cuenta que el Frente Amplio va por su tercer período de gobierno.

La suspensión del Antel Arena marca con claridad grietas profundas en la gestión de los recursos por parte de los gobiernos del Frente Amplio,  más allá de las deudas históricas que han dejado en materia de inversión los partidos tradicionales. Es contundente que una obra de esta magnitud tendría que haber sido pensada en un contexto político y económico determinado. ¿Los técnicos que elaboraron el proyecto no vieron más allá de sus narices? Sí, obvio que sí.

La decisión de suspender el Antel Arena no es solamente económica, es de revancha política. ¿O Astori no estaba en el gobierno cuando se desarrolló y aprobó el proyecto?

El proyecto es visto como gasto y no como inversión

El proyecto es visto como gasto y no como inversión

 

La mediatez de la urgencia económica quebró a favor del astorismo la suspensión del Antel Arena. Es cierto que se le está pasando una pesada factura a Mujica por los gastos excesivos en su gestión gubernamental y donde además el contexto de los mercados internacionales no ayuda. Pero lo cierto es que el Antel Arena se está visualizando en este momento como un gasto en lugar de hacerlo como una inversión.

¿El Antel Arena no va a generar recursos propios?

Sin dudas que la inversión millonaria en dólares es altísima. Pero también podemos decir que esa inversión se va a recuperar en el mediano y largo plazo por los recursos que generará el uso del Antel Arena en el alquiler del establecimiento para eventos deportivos, culturales, empresariales y turísticos.

Pero la inversión estatal también tiene otra gran ventaja. Keynes fue uno de los grandes economistas que tuvo la humanidad. Su postura siempre fue contundente respecto a los momentos de crisis económica. Él decía que el Estado debe tener un rol clave con la realización de obra pública para evitar que el impacto de una crisis sea mayor. En este momento donde se produce una desaceleración económica (que no significa que no haya crecimiento) la construcción del Antel Arena permitiría seguir dinamizando la economía de todos los uruguayos.

Además, dejando de lado lo que tiene que ver exclusivamente con el rubro económico, hay otros aspectos a considerar respecto al proyecto.

En primer lugar contar con un centro deportivo de esa naturaleza en el medio de Montevideo es crucial. La función que desarrollaba el Cilindro Municipal en este sentido era más que clara. Diversos deportes se concentraban en ese espacio y tenían un lugar común para desarrollarse. Lo más notorio tiene que ver con el básquetbol, pero infinidad de eventos deportivos se desarrollarían en el Antel Arena.

Por otra parte el ministro del Interior Bonomi destacó en su momento que este proyecto favorece la convivencia de la comunidad. «Y cuando mejora la convivencia, mejora la seguridad; y la convivencia mejora cuando la gente ocupa los espacios públicos con niños, sus familias, y jóvenes que practican deportes, tocan música o bailan».

¿Los restos de las obras suspendidas del Antel Arena por quién o quiénes serán ocupados?

En su momento el economista y ex ministro Daniel Olesker afirmaba que “cuando uno analiza los avances del país, empieza a ver el PBI, los aspectos económicos, pero se deja un poco de lado que parte de los avances tienen que ver con la tecnología, donde Antel ejerce el liderazgo, y también con la convivencia y la cultura. Para esta zona, contar con un lugar como éste, es un avance significativo y un cambio sustantivo en la vida de la gente”.

Por lo dicho la suspensión del Antel Arena es para nosotros una verguenza, pero una verguenza en los rastros de una gestión gubernamental que hace agua y donde las heridas se lamen de acuerdo al sector político que tome la delantera dentro del Frente Amplio. Esa mala gestión de los recursos públicos es lo que está llevando ahora a naufragar un proyecto dinámico y de punta, volviendo a la contradicción histórica de frenar los impulsos sanos a partir de una mediocridad política que se arrastra desde los tiempos de Rivera y Oribe.

Retomar la obra sería también recobrar el vuelo que generalmente tendemos a perder cuando nos entra la chiquita. El vuelo tecnológico y dinamizador fue derribado tras la suspensión del Antel Arena por el mismo gobierno que fue desintegrando PLUNA gastando mucho más que toda la obra prevista en el predio del ex Cilindro Municipal. Retomarla es ser dueños de una pequeña grandeza, de esa grandeza que de a chorritos tenemos a veces los uruguayos.

A salir de la chiquita!

 

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