El Maestro Tabárez debe seguir tras el Mundial de Rusia 2018?

El Maestro Tabárez debe seguir tras el Mundial de Rusia 2018?

El Maestro Tabárez debe seguir tras el Mundial de Rusia 2018?

 

Uruguay quedó eliminado tras caer ante Francia en cuartos de final del Mundial de Rusia 2018 y en algunos medios comienzan a preguntarse si el Maestro Tabárez debe continuar en la conducción técnica de la celeste. Aquí te dejamos nuestra opinión.

 

 

 

 

El Maestro Tabárez debe seguir tras el Mundial de Rusia 2018? Sin dudas que es una de las preguntas que comienzan a rondar en las reuniones familiares, de amigos y de trabajo. Tras la eliminación ante la selección de Francia en el día de hoy el Maestro Tabárez fue claro al decir en la conferencia de prensa que culminó su contrato con la AUF y que ésta es la que debe dar el paso hacia adelante si pretende su renovación.

“Conozco pocos casos en una federación que el entrenador decida quién es y cuándo tiene que trabajar. Hoy se me terminó el contrato y no voy a hablar del tema. Las organizaciones están ahí para quien las quiera ver. Nunca me gustó hacer lobby ni lo voy a hacer”, señaló el conductor celeste desde 2006.

Nosotros te adelantamos nuestra opinión, el proceso del Maestro Tabárez al frente de la selección nacional debe continuar un ciclo mundialista más, pero eso sí, deberá sacar provecho a su experiencia del cuarto mundial que disputó desde 1990.

Es claro que la forma en que jugamos nos permite llegar a un nivel de elite. En los últimos tres mundiales hemos pasado de ronda y en éste último en particular ganando los tres partidos de la serie. Pero cuando llegan las selecciones de nivel medio o alto que proponen un juego más ofensivo (nos pasó con Holanda en 2010, con Colombia en 2014 y con Francia hoy), nos cuesta seguir avanzando. Es cierto que le ganamos al campeón de Europa, Portugal. Pero seamos sinceros y comprendamos que el combinado de Ronaldo tiene un juego similar al nuestro, el de esperar y contraatacar. El mensaje es contundente, nuestro estilo de juego nos arrima a los mejores, pero no nos alcanza para llegar al máximo de nuestras posibilidades.

Es cierto que, como señala muy bien el Maestro Tabárez, tenemos un sinfín de condicionantes, como el aspecto demográfico o el débil poder económico, además de luchas internas por los derechos de imagen, publicidades y contratos de televisión que alborotan a las chacras clubistas y amenazan una y otra vez el paraíso del Complejo Celeste. 

De todas formas, esos golpes no tienen que frenarnos. Como dijo Obdulio Varela, «los de afuera son de palo». En la cancha somos 11 contra 11 y tenemos jugadores de primer nivel como para mantener viva la ilusión y concretar el sueño del campeonato del mundo. Nadie dice que es fácil. Lo que decimos es que estos tres mundiales tienen que ayudarnos a entender que con un poco más de juego se puede aspirar a lograrlo.

Desde hace tiempo se nos dice que Uruguay ha conseguido sus principales logros defendiendo y contragolpeando. Siempre recuerdo una frase que se consolidó en la década del 70: «ataca Argentina, gol de Uruguay». ¿Pero eso siempre fue así? Falso. En la principal hazaña del fútbol mundial Uruguay entró al Maracaná con una formación 2-3-5. Sí, exacto, con 5 delanteros. De hecho, afirmaron los jugadores de entonces, que el Negro Jefe contradijo al técnico y les pidió a sus compañeros jugar ofensivamente, sin miedo a la multitud de hinchas que se ilusionaron con la victoria de Brasil, o al menos con un empate. El mismo esquema táctico tuvimos en 1930, cuando derrotamos a Argentina 4 a 2 y logramos el primer título en el primer mundial de la historia.

Por más de que haya ocurrido durante la Dictadura cívico-militar, otro gran logro en nuestra historia futbolística fue la Copa de Oro de 1980, la cual fue disputada por todos los campeones del mundo hasta esa fecha y en la que derrotamos en la final a Brasil. Rúben Paz, Venancio Ramos, Waldemar Victorino y Cascarilla Morales salieron aquella tarde a la cancha. ¿Jugadores defensivos?

Si tomamos en cuenta la última conquista a nivel de selecciones previo al proceso del Maestro Tabárez, que fue la Copa América disputada en nuestro país en 1995, donde derrotamos al vigente campeón del mundo, Brasil, en el once titular ingresaron Enzo Francescoli, Daniel Fonseca y Marcelo Otero. ¿Jugadores defensivos?

Pero si vamos un poco más atrás también podemos seguir con el mismo razonamiento. En 1987 salimos campeones de América y derrotamos a Argentina, selección que venía de obtener el mundial de México un año antes con una formidable actuación de Diego Armando Maradona. Uruguay puso como titulares a Pablo Bengochea, Antonio Alzamendi, Rúben Sosa y Enzo Francescoli. ¿Jugadores defensivos?

Sin dudas que desde hace un tiempo a esta parte hemos creído que el esquema que mejor se adapta a nosotros es el 4-4-2. Pero desde el punto de vista de la relatividad histórica, ese esquema es nuevo para nosotros. Lo usamos poco tiempo en comparación con otros. Es cierto que nos ha llevado a tres mundiales consecutivos y en los cuales hemos pasado a octavos de final en cada uno de ellos. ¿Pero es suficiente para seguir avanzando?

No estamos diciendo que el Maestro Tabárez vuelva al 4-3-3 como dijo que iba a ser en el 2006. Solo decimos que hay partidos donde tenemos que buscar otra alternativa táctica, arriesgar un poco más y creer en nuestro potencial ofensivo. En el partido de hoy volvimos al pelotazo y no hicimos tres pases seguidos. Ni siquiera fuimos capaces de retener un minuto la pelota para tomar aire. En lugar de sostener el balón volvimos a saltear la línea del medio a puro pelotazos a un Suárez que se aburrió de esperar que le llegara una pelota y el cual no pudo patear al arco ni siquiera en una sola oportunidad en todo el partido.

¿Hace falta limitar tanto al rival que nos limitamos a nosotros mismos? Sin dudas que es la gran lección que tenemos que aprender de este mundial y de los otros dos que jugamos bajo la conducción del Maestro. Porque ese convencimiento que no podemos jugar a otra cosa es la peor limitante que tenemos. Nuestra historia, que fue más rica con jugadores de buen pie (como vimos más arriba), así lo avala. 

El Maestro Tabárez debe seguir tras el Mundial de Rusia 2018? Claro que sí. Pero debe recordar que nuestros principales logros deportivos no fueron con un delantero o dos. Ni siquiera en la final de la Copa América del 2011, donde le ganamos a Paraguay con Forlán, Suárez y Cavani en cancha. Dejemos de creer que el cerrarnos atrás es nuestra principal arma, porque eso no es lo que nos dice la historia de las finales que ganamos.

 

 

 

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