Nos fuimos al Parque Lecocq en vacaciones de julio!!!

Nos fuimos al Parque Lecocq en vacaciones de julio!!!
Nos fuimos al Parque Lecocq en vacaciones de julio!!!

En estas vacaciones de julio o de invierno nos fuimos al Parque Lecocq, un lugar que tiene sus atractivos para toda la familia y especialmente para los más chicos. Aquí te contamos nuestra experiencia!

Muchas veces nos cuesta encontrar actividades atractivas para los más chicos en las vacaciones de julio, salvo concurrir al teatro o al cine. Nosotros decidimos ir a visitar el Parque Lecocq y no nos arrepentimos.

Es importante señalar que el Parque Lecocq es el hogar de más de 500 animales. En ese parque que se ubica en un margen del Río Santa Lucía viven 35 especies diferentes de mamíferos, aves y reptiles tanto autóctonos como exóticos.

El parque abre de miércoles a domingo de 9 a 17 horas a lo largo del año. Sin embargo en vacaciones de invierno, como en la semana de Turismo permite el ingreso durante todas las jornadas. Así que aprovechamos este lunes para visitarlo.

Un león en el Parque Lecocq
Un león en el Parque Lecocq

Es bueno saber que el Parque Lecocq se creó a partir de un proyecto del arquitecto Mario Paysée a mediados del siglo pasado. Este zoológico se sumó a los esfuerzos conservacionistas intentando conservar especies amenazadas de extinción.

En ese sentido tiene similitudes con el parque al pie del Cerro Pan de Azúcar. En ambos casos los animales viven en condiciones de semi libertad. Es cierto que para los ecologistas no es el lugar ideal, pero si tomamos en cuenta que se brinda una atención especial a los animales es un lugar muy distinto a los zoológicos del tipo Villa Dolores, que por suerte ya están desapareciendo.

Desde sus inicios el parque concibió la distribución de los animales en amplios recintos, de acuerdo a un criterio zoogeográfico. Las zonas destinadas a los animales fueron ubicadas según se encuentran en la Tierra y teniendo en consideración las migraciones que los animales hicieron naturalmente.

La Llama es uno de los animales más característicos y amigables del parque

Pero no es solamente un parque de animales en Uruguay, también posee otros atractivos, como recorridos por los humedales de Santa Lucía o poder disfrutar de un asado en amigos o en familia en uno de sus tantos parrilleros.

El parque cuenta con los servicios básicos, baños públicos, un kiosco con diferentes artículos y un amplio espacio para transitar, conocer y disfrutar.

Desde Malvín tomamos Avenida Italia, luego Propios (Batlle y Ordóñez), Bulevar Artigas, accesos y ruta 1. El parque queda en el kilómetro 20, casi llegando al puente del río Santa Lucía. Demoramos en llegar unos 35 minutos.

Llegamos cerca de las 14 horas, por lo que teníamos 3 horas para hacer todo el recorrido.

Curiosamente llegamos y no nos cobraron entrada. Se supone que el ingreso al parque tiene costos. 80 pesos por auto (incluido el conductor) más 20 pesos por cada adulto. Es bueno remarcar que todo lo recaudado desde el 2017 se destina al mismo parque.

De todas maneras en esta oportunidad nadie nos esperaba para cobrarnos. Dejamos el auto cerca del espacio donde se ubican las cebras y el león y luego comenzamos a recorrer todo el lugar.

El espacio de los mandriles es uno de los lugares que más público atrae

El recorrido principal se puede hacer en auto o caminando. Nosotros optamos por caminar todo el trayecto. Es un lugar que consta de unas 120 o 150 hectáreas y las distancias llevan un rato. Tal vez el circuito principal nos llevó una hora y media recorrerlo.

Es cierto que uno esperaba ver más animales. Hay espacios que están escasos. Hace unos años, si mal no recordamos en el 2013, podíamos ver más animales dentro del parque, incluso en la entrada nos recibieron en ese entonces varios pavos reales que cruzaban de un lado a otro libremente. En esta oportunidad no vimos a ninguno.

Además, la enorme jaula que está en el fondo del parque, donde antes había infinidad de aves, ahora es el hogar de del pecarí de collar, parecido al jabalí, pero que obviamente no luce como cuando se veían decenas de pájaros en ella.

Antes había aves en ella, ahora es el hogar del pecarí

De todas maneras el Parque Lecocq no es solo agradable para que los más chicos conozcan animales. Es un paseo disfrutable para los amantes de la naturaleza y de los espacios verdes.

Hay tramos que nos hicieron acordar cuando visitamos el Arboretum Lussich en Punta Ballena, donde una variedad de árboles seducen los ojos de los visitantes.

Caminar en el Parque Lecocq tiene sus encantos para nuestros ojos

Luego de caminar varios minutos por el camino principal, que también se puede hacer en auto, nos dirigimos a un sendero donde se realizan visitas guiadas a lo que se denomina monte indígena. Lamentablemente en esta oportunidad no se llevaban a cabo visitas guiadas, pero sí nos informaron que se realizan los fines de semana y en algunos días de estas vacaciones.

En el 2013 cuando fuimos nos pareció un paseo extremadamente didáctico donde aprendimos las condiciones de vida en nuestro monte indígena, tanto de animales que viven en él y que se encuentran en la actualidad en extremo peligro como también de los árboles que lo componen.

En aquella oportunidad los guías realizaron un recorrido de forma dinámica y muy interesante. Si bien no pudimos repetirlo recomendamos consultar si se realiza cuando vayas de visita.

Humedales del Santa Lucía

Aprovechando el sol y que la visita guiada no se realizaba, nos fuimos a recorrer el sendero que se adentro a los humedales del Santa Lucía. Es un paseo agreste, pero divertido.

Uno espera una mejor señalización y algún atractivo al final que no tiene. Deberían aprovechar más este espacio para que la gente lo visite de otra manera.

Ingresar a los humedales del Santa Lucía es un paseo de veinte a treinta minutos, donde uno pasea entre árboles o arbustos, y percibiendo al costado el agua y el canto de los pájaros.

Ya lo dijimos, es un paseo agreste y sin grandes atractivos salvo la naturaleza misma. Si esperan encontrar algo más es preferible que se queden con los animales.

Pero si les gusta caminar y recorrer la naturaleza es un paseo imperdible.

Cruzando un puente en mal estado

Hacia la derecha del mirador se puede acceder al sendero. En la mitad del trayecto hay que cruzar un puente en mal estado, casi destrozado pero que se puede transitar si uno está atento.

Luego uno camina por un túnel de árboles autóctonos y con la mirada puesta en el agua de los humedales. Es un lindo paseo para los que les gusta la naturaleza.

Salimos atrás del área de los ñandúes, para luego ver también a los venados, ciervos y mandriles.

Al ver la hora nos dimos cuenta que el parque estaba cerca de cerrar así que fuimos lentamente al auto, disfrutando de los últimos minutos en el lugar.

Realmente visitar el Parque Lecocq en estas vacaciones fue muy disfrutable para todos los que fuimos, aunque la más chica fue la que más se divirtió y aprendió.

Vale la pena ir por el día o por la tarde, siempre y cuando te gusten los animales y la naturaleza!

Contactos:

Atención Telefónica de lunes a sábado de 8:00 a 13:00 horas.

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