Entrevista exclusiva al senador Pablo Mieres: adelanto
El senador Pablo Mieres nos recibió en su despacho y nos concedió una extensa entrevista. En ella se refirió a diversos temas. Sostuvo que Tabaré Vázquez se equivocó con sus dichos, que el gobierno del Frente posee una deuda ética con la población, que el sistema financiero uruguayo está mejor parado ante una crisis regional, que el corporativismo docente daña la educación, que nunca recibió una propuesta de coima y que se opone a la militarización del Río Santa Lucía, entre otros temas. Te dejamos un adelanto!
Hace 20 años que estás en Malvín, ¿qué significa el barrio para vos?
Es mi barrio de adopción. Yo soy originario del Centro. Mi mujer vivió toda la vida en Malvín. Nació en Malvín, hacia la zona de la Playa Honda, por la calle Almirón. Para ella Malvín es su historia,
su vida. Para mí como dije antes es mi barrio de adopción, donde conocí a mi novia. Después cuando nos casamos vivimos un tiempo en Malvín Norte, en Euskalerría, y desde hace unos años estamos ubicados en la calle Tres Cerros.
¿Cómo se identifica el aviso «Juan Clase Media» con el barrio de Malvín?
Tiene bastante que ver. Nosotros queríamos poner arriba de la mesa la situación de las personas que trabajan, se rompen el alma todos los días, que pagan sus cuentas, que hacen el esfuerzo por salir adelante. Esas personas se encontraban en un país que no era muy grato para esas cosas. Y de alguna manera el barrio nuestro es esa expresión, personas que no son ricas, tampoco son pobres, son de nivel socio-económico medio, medio alto algunos, medio bajo otros, y coinciden en esa imagen de Juan Clase Media. También es una señal de las personas que quiere representar nuestro partido, personas que se esfuerzan a diario y no reciben a cambio la calidad de los servicios que merecen por parte del Estado en materia de salud, educación y seguridad.
¿La deuda ética es solamente del Frente Amplio?
No, yo creo que los partidos tradicionales también tenían ese problema. Y justamente el Frente pretendía ser otra cosa. Tabaré decía «podemos meter la pata pero no la mano en la lata». Después pasó lo de Bengoa, por ejemplo. No estás exento que a vos te pasen esas cosas, nadie lo está. Vos no podés poner las manos en el fuego por 1500 o 2000 jerarcas que colocás en todo el aparato del Estado. Siempre puede haber alguno que se porte mal. El tema es qué hacés cuando lo hace. Y ahí veo al Frente lento en los reflejos y lo veo atrapado en esa red de amistades y de lealtades recíprocas. Y eso es lo que pasaba con los blancos y los colorados.
Fuiste parte de la Comisión Investigadora de la crisis del 2002. Tomando en cuenta la situación actual de recesión regional, ¿cómo ves el accionar del gobierno en el sistema financiero?
Yo creo que hubo un cambio muy importante luego de la crisis del 2002. Los uruguayos aprendimos mucho desde ese momento. Cuando nosotros comenzamos a investigar quedó muy en
evidencia la debilidad en los controles del Banco Central sobre el sistema financiero. La falta de profesionalidad, de actualización, todo era muy casero, muy rudimentario. Y entonces el sistema financiero estaba librado a un funcionamiento laxo y ante la llegada de la crisis no tenía la forma de responder. Hubo demasiada debilidad en el control sobre los bancos privados y también entre los bancos gestionados por el Estado. De esos errores aprendimos y hoy tenemos un Banco Central fuerte, profesional. Ya desde el 2002 hubo un cambio que empezó a funcionar en el gobierno de Batlle y que se consolidó claramente en los gobiernos del Frente Amplio. Si hoy tuviéramos una situación similar habría episodios que no nos afectarían como en el 2002. Nuestro sistema financiero no está tan expuesto a las crisis de los países vecinos. Obviamente que impacto habrá. Pero antes teníamos banqueros argentinos operando y el nivel de depósitos de no residentes argentinos era mucho mayor en proporción que lo que es hoy.
¿Tuviste algún intento de coima?
No, nunca. A ver, yo nunca tuve mucho poder. No estuve en un cargo que manejara dinero. Tuve un cargo ejecutivo solo en la Dirección de Educación pero no manejás dinero, tampoco en el
parlamento.
¿Y en la campaña electoral te ofrecieron algo a cambio de recomendar a algún partido o votar alguna ley?
No. Eso lo digo con mucha claridad. Yo soy el que recauda, el que tiene las reuniones con empresas que aportan, y nunca recibí ningún planteamiento. Y tampoco lo aceptaría por cierto. En ese caso diríamos «señor, quédese con la plata». Pero la verdad que yo no he recibido esa presión.