Profesor Rafael Suárez: «el escenario de crisis e hiperinflación se agravaría a fines de este año»

En un contexto de mucha incertidumbre internacional y tras el referéndum del pasado 27 de marzo decidimos volver a entrevistar a un hombre de la casa, quien hace más de un año adelantara el escenario de elevada inflación que está viviendo el Uruguay y también el mundo. Inflación que tiene claras intenciones detrás, según el profesor
La inflación crece a pasos agigantados en todo el mundo, donde el foco dejó de estar en la situación sanitaria y se volcó hacia el enfrentamiento entre Ucrania y Rusia. El Bitcoin volvió a subir y el dólar pierde fuerza. En Uruguay se confirmó una ley que tiene atributos que pueden pesar muchísimo en este escenario. Por eso motivo nos pareció un buen momento para entrevistar al Profesor Rafael Suárez para que nos brinde una mirada distinta a lo que vemos en los grandes medios de comunicación.
Hace más de un año nos advertías de un posible escenario de hiperinflación a nivel mundial. Parecería que se está concretando?
Es que los estados no tienen otra salida que permitir que aumente la inflación. En Uruguay todavía no comprendemos que una inflación del 6 o 7 % en Europa o Estados Unidos es un impacto tremendo para la economía global. En más de 20 años no teníamos las cifras que existen hoy respecto al aumento de precios a nivel mundial. Veníamos de una inflación que no superaba el 3 % anual y ahora esa cifra se eleva casi sin freno. De hecho me temo que en este escenario de incertidumbre energética podamos repetir lo que sucedió en 1974 donde la inflación superó el 16 % a nivel mundial por el aumento de los costos del petróleo, entre otras cosas.
Por qué decís que los estados no tienen otra salida?
Por el endeudamiento que han establecido a partir de sus políticas sanitarias. En una columna de opinión escrita en marzo del 2020 señalaba que uno de los grandes objetivos de la pandemia era debilitar los estados nacionales a favor de las grandes corporaciones transnacionales. Una de las formas para debilitar a los estados nacionales es la de inducirlos a su endeudamiento, como vimos que sucedió durante la pandemia. Mientras las grandes corporaciones acumulaban más riquezas a partir de las nuevas medidas sanitarias, los estados aumentaban su déficit fiscal. Ahora es momento de empezar a pagar el endeudamiento y una de las formas es la inflación, un especie de impuesto encubierto.
Y qué papel juega el enfrentamiento entre Ucrania y Rusia en todo esto?
Es evidente que acelera el proceso de hiperinflación. Estamos en presencia de una lucha feroz entre los dos grandes centros de poder del mundo. Estados Unidos por un lado y China por el otro, quienes utilizan a Ucrania y Rusia para estimular la derrota de su oponente. China pretende debilitar al dólar estadounidense mientras que Estados Unidos (que representa en este momento los intereses de las grandes corporaciones) busca extender el dominio geocomercial en Asia tras su salida de Afganistán. Pero Estados Unidos está contra las cuerdas ya que parte de su deuda la compró China y el dólar no tiene respaldo, salvo la confianza generada en la gente.
Qué podría pasar con el dólar?
En el corto plazo seguir una tendencia bajista. Y en el peor escenario compartir los mercados internacionales con otras monedas y devaluarse bastante más sin capacidad de recuperación. Pero también podría suceder que el dólar salga fortalecido del conflicto si logra que el rublo ruso no se sostenga más tiempo. De hecho vimos en este mes de marzo que el rublo se desvalorizó respecto al dólar, aunque ahora, con las nuevas medidas de Putin, parece recuperar terreno. El tema es que Europa tiene como principal proveedor de gas a Rusia y si Rusia no acepta dólares la situación cambia.
Se dice que Rusia empezaría a aceptar Bitcoins por ejemplo.
Sí, de hecho el Bitcoin comenzó a recuperar fuerza tras su caída del año pasado. Ya está casi en 50 mil dólares nuevamente y tiene pinta de que va a seguir subiendo si Putin mantiene su posición. Si las inversiones se vuelcan a las criptomonedas el dólar va a seguir recibiendo un nuevo impacto que lo podría debilitar.
Estados Unidos está contra las cuerdas?
Hace rato que lo está. Ya dejó de ser la primera potencia económica del mundo. A veces nos cuesta creer que Estados Unidos empiece un proceso de deterioro a nivel mundial por la imagen que tenemos de él, pero no es impensado que suceda. Así como Estados Unidos desplazó a Inglaterra en 1950 hoy podría dejar su lugar de privilegio en manos de China. No es una locura imaginarlo. Estamos en un ring donde los protagonistas dan sus últimos golpes para definir cuál cae en la lona. Quizá no lo percibamos con claridad, pero eso es lo que está sucediendo desde hace unos años y la tendencia es que se profundice y no al revés.
Qué podríamos esperar para este 2022 entonces?
De seguir esta tendencia el escenario de crisis e hiperinflación se agravaría a fines de este año. Con ello se produciría además una pérdida de privilegios de los sectores trabajadores y un aumento mayor en la concentración de riqueza. Hace 20 años 70 millones de personas tenían más riqueza que el resto del mundo, hoy menos de 10 millones tienen más riqueza acumulada que el resto. Esa tendencia va a seguir. Las grandes corporaciones transnacionales son como un cocodrilo, no dejan nada vivo.
Y en Uruguay?
Lo que pasó el domingo pasado con la LUC nos coloca en un escenario complicado para fines de este año y todo el 2023. En la medida que la tendencia inflacionaria se mantenga a nivel mundial y se ingrese en una fuerte recesión (más profunda que la del 2008) la LUC dejó el camino abierto para mayor represión policial y mayor debilitamiento de los sectores trabajadores (ya estamos en un contexto de pérdida salarial). Esperemos que el gobierno sepa administrar bien los desequilibrios porque, si esta situación internacional se profundiza, los van a haber, y graves además.
Como sucedió en la década del 60 o incluso en la década del 30 en nuestro país. Ante una situación de crisis estructural habrá menos torta para repartir y más reclamos laborales y sociales, con represión del gobierno como respuesta. El cariz de esos reclamos están por verse, pero lo cierto es que la LUC habilita a la policía a reprimir con mayor fuerza y además a quitarle poder de negociación a los sindicatos. Sin ese poder de negociación el panorama es más trágico y el espiral de violencia podría complicarse mucho, y más cuando la clase media empiece a dimensionar la pérdida de privilegios en un contexto de crisis y recesión.
Recordemos, para tener una idea de lo que digo, que la clase media alemana con miedo y sin privilegios fue la que puso a Hitler en el poder. La clase media en general y en todo el mundo se derechiza o se izquierdiza de acuerdo a sus privilegios, con cierta independencia de los partidos políticos.
Suena trágico
Es que puede llegar a serlo. Hay indicadores que avalan lo que digo. Veremos cómo se comportan de aquí a julio y allí tendremos un panorama más claro de lo que se nos viene.