Qué hacer con las pertenencias de un fallecido en Uruguay?

Qué hacer con las pertenencias de un fallecido en Uruguay es una pregunta que nos hicimos hace poco a raíz de la muerte de un familiar de uno de los integrantes del portal. Aquí te contamos un poco nuestra experiencia
La reciente muerte de un ser querido por todo nuestro equipo nos llevó a plantearnos una interrogante que muchas veces queda en silencio: Qué hacer con las pertenencias de un fallecido en Uruguay?
Tras la partida de un familiar, debemos afrontar una gran mezcla de emociones pero también se vuelve imprescindible tomar varias decisiones vinculadas a la vida diaria.
Además de comenzar a realizar todos los trámites de fallecimiento (velatorio, sepelio, partida de defunción, dar a la persona de baja en distintos servicios que tenía contratado, la sucesión en caso de que existan propiedades a su nombre, etc, etc) tenemos que contemplar la idea de desprendernos de sus pertenencias de la casa o de la habitación (en caso que haya estando viviendo con alguien al momento de la muerte).
Ese proceso sin dudas que es removedor o complicado. También debemos dimensionar si el familiar más cercano del fallecido se encuentra en otra ciudad o en otro país, lo cual complejiza más la situación.
Para muchos especialistas una de las tareas más difíciles durante este tramo es decidir qué hacer con las pertenencias de quien ha fallecido.
Ver fotos guardadas, tener en las manos su taza preferida o su remera más querida, es una experiencia que para muchos puede resultar dolorosa y que requiere de tiempo para asimilar y procesar.
En Uruguay hay personas que se encargan de brindar un servicio especial en estos casos. Luciana, una de ellas, nos cuenta que «en mi experiencia me encuentro con tres grupos diferentes de personas: por un lado en distintas ocasiones hay familiares que no quieren entrar a la casa del fallecido porque es muy removedor, muy doloroso; se quedan esperando afuera o a veces ni siquiera van, no pueden. También tenemos personas que no quieren ir al domicilio porque están distanciadas o guardan un rencor muy fuerte y prefieren llamarnos o personas que viven en otro país y no pueden encargarse de todo eso. Por último tenemos familiares que están en casa de salud o tienen ciertas discapacidades y no pueden hacer frente a todo lo que implica el esfuerzo físico y emocional del desapego de las pertenencias del fallecido».
Consultada sobre qué se hace habitualmente nos señaló lo siguiente: «la mayoría de las personas que nos consultan desean finalizar este proceso lo antes posible. Vamos al domicilio del fallecido y comenzamos a categorizar sus pertenencias. Siempre lo que más hay es ropa y en caso de personas mayores, medicamentos. Los medicamentos es un caso particular porque no hay establecimientos que acepten donaciones. Nosotros nos vinculamos con algunos refugios para personas en situación de calle que sí los aceptan porque muchas veces tienen dificultades para acceder a los mismos. Algo similar ocurre con la ropa. Generalmente el familiar decide donarla y es lo que hacemos, la repartimos en distintos refugios o si la persona tiene una institución específica a la que quiere donar la llevamos allí. Lo mismo con artículos personales o de cocina. Luego hay que ver el tema de los muebles y electrodomésticos. Hay familiares que deciden no quedarse con nada. A veces se toman un tiempo para poder venderlos, otras veces lo llevan a remate y también en algunos casos nos dicen que son para donación. Eso depende de las urgencias. Si por ejemplo la casa está alquilada hay mayor prisa por desprenderse de todo. También si el familiar viajó desde el exterior necesita resolver cuanto antes qué hacer con las pertenencias del fallecido. Muchas veces se vacía y se limpia la casa para ponerla a la venta o alquilarla en caso de que el fallecido sea el propietario».
Hay quienes organizan rápidamente las pertenencias como si con ello se pudiera atenuar el dolor de la partida, mientras que otros tendrán la habitación o la casa tal como la había dejado antes de la muerte. Los sentimientos de qué hacer en estos casos varían, dependiendo también de las urgencias como nos indicaba Luciana.
Si bien muchos deciden realizar esta tarea solos, nunca está de más pedir ayuda a familiares y amigos o vecinos. Recoger las pertenencias de alguien que falleció demanda energía y muchas emociones, por lo que es una buena idea pedir ayuda a quienes conocieron y amaron a esa persona especial. O en algunos casos, como vimos, recurrir a personas como Luciana que pueden brindar una ayuda distinta y con otra experiencia para este tipo de situaciones que son complejas de afrontar en soledad.
Pero cuidado, a veces, según Luciana, podemos caer en una trampa. Ella nos explica que «en ocasiones las personas deciden desprenderse de todo rápidamente y luego se arrepienten porque se dan cuenta que ya no tienen nada material que les recuerde al familiar. A veces, conviene esperar un tiempo prudencial para desprenderse de los objetos más valiosos del difunto. No me refiero a dejar la habitación o la casa momificada, como lo llaman los psicólogos, sino a guardar algunas pertenencias muy queridas por el fallecido y que nos permitan recurrir a ella en el proceso del duelo, como una cadena, un reloj o alguna vestimenta específica. Si es posible y no hay necesidad de urgencia, tomarse un tiempo es valioso».
Ya vimos que la interrogante qué hacer con las pertenencias de un fallecido en Uruguay presenta diferentes aristas. Si el fallecido era muy querido darle un sentido al desprendimiento es muy importante como parte del duelo. Pedir ayuda a amigos u otros familiares puede ser saludable. Hacer llegar sus pertenencias a personas que las necesitan también es un acto de solidaridad que vale la pena como un último acto del fallecido. Esto, claro, a modo de sugerencia. Los procesos son individuales y cada quien lo vive como puede.
En caso de estar desorientado o abrumado ante una situación de este tipo pueden enviarnos un mail y con mucho gusto le pasamos el contacto de Luciana si lo consideran apropiado.
Son momentos de cambios y es importante tomar las mejores decisiones.